lunes, 12 de diciembre de 2011
kikima
TRAYECTORIA. Tan pronto finalizó en el torneo sancristobalense, “Kikima” fue contratado para jugar en el torneo de Higüey en enero de este año y jugó con el conjunto de Centro donde tuvo registro por encima de los 30 puntos por partido.
El canastero que no ha dejado de jugar desde que salió de prisión indicó que “accioné en La Romana, el club para el cual jugué clasificó y estaba a un partido de estar en la final.
También en Moca reforcé la escuadra de La Cancha, tuve que jugar por un mes debido a un agradecimiento especial con el abogado Artagnan Pérez Méndez, quien me ayudó notablemente a salir de la prisión. Dejé el equipo con marca de 5-6 y actualmente espero seguir con Calero en el torneo capitaleño y mantenerme saludable”.
Hansel siempre ha tenido dentro de sus planes jugar en el exterior y en ese sentido anunció que le están realizando varias gestiones para jugar en El Salvador y quizás en España para la próxima temporada. “Espero estar por otros senderos y así podré proyectar mi carrera en playas extranjeras”.
“El estar ausente de las canchas me ha dado mayor madurez en el juego y tengo más confianza con mis compañeros, eso ha sido de las cosas más agradables que he tenido, además estoy más seguro de mí”, dijo el jugador nacido en el barrio de Los Mina.
Afirmó que “entiendo que me hicieron un daño con esa acusación de estar vinculado con una menor, algunas personas creen que no. Reitero que debo dar gracias a Dios por la nueva oportunidad de jugar y estar libre.
He aprendido a valorar lo que uno tiene y hace. Al ser una figura pública, un ídolo para otros, eso te enseña que debes apreciar esos atributos que la vida te ofrece”.
Me han dado buen trato en los pueblos
“Kikima” Salvador considera que ha sido un agradecido en su vida de 27 años y que ha recibido más de lo que esperaba.
“El público que asiste a todos los escenarios del país donde he jugado hasta el momento me ha dado un buen recibimiento y espero que eso siga así, aunque reconozco que siempre existe un grupo que le molesta que uno haga las cosas bien, todavía no me han salido al frente, por lo tanto estoy confiado que de ahora en adelante no tener problemas con nadie”.
Como parte del llamado “cambio radical” en su vida aseguró que “producto del proceso por el cual pasé, he madurado y cambiado en mi estilo de vida. Ya no frecuento las discotecas y lugares de baile que iba antes.
Ahora estoy más tránquilo y estoy dedicándole más tiempo a mi familia y mis hijos.
Definitivamente estoy más concentrado y entregado a mi trabajo porque ando buscando otras cosas que tenía en mano y no las valoré”.
hansel salvador
Luego de un proceso tortuoso de prisión y que lo llevó a estar fuera de las canchas por año y medio, Hansel Salvador (Kikima), consideró que aprendió la lección y agradece a Dios la oportunidad de regresar al baloncesto.
El destacado armador y escolta al hablar de su experiencia de estar en ese espacio de tiempo en la cárcel de Najayo, explicó que ese período fuera de las duelas nacionales le sirvió de reflexión.
“Realmente la vida me ha dado otra oportunidad y gracias a Dios estoy contento y emocionado por la acogida que me ha dado el público, a pesar de mi error. Me han aceptado bien y además esos son aspectos que ayudan a uno como persona a seguir hacia delante”, dijo Salvador quien empezó su carrera a nivel superior en el 2000 con el club Calero de Villa Duarte, franquicia a la cual sigue ligado en el torneo de baloncesto superior del Distrito Nacional.
Señaló que hasta ahora todo le ha salido bien y espera mantener un buen comportamiento en su cambio de vida.
“Yo salí un martes y fue en la segunda semana de noviembre de 2007, luego al día siguiente debuté con Madre Vieja en San Cristóbal y encesté 38 puntos para ayudar en la victoria de mi y club, además me di cuenta que mis condiciones estaban bien, situación que brindó mucha satisfacción porque me escogieron el Jugador Más Valioso y también logramos el título de campeones”.
Se quejó que tuvo muy poco respaldo que al principio le dio la asociación de jugadores de baloncesto de República Dominicana.
“En los primeros diez meses que yo estuve en la cárcel, necesitaba de ayuda, pero ellos decían que no podían meterme la mano.
Además el beneficio que había de la duda, le dio valor a la persona que me acusaba porque vio que me dejaron solo.
Pero luego fue Soterio Ramírez, el presidente de la asociación, quien me facilitó una ayuda económica, también Andrés Liberato, el presidente del club Villa Duarte, mi mamá que nunca me dejó solo y varios amigos jugadores que también me dieron una cosita”.
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